LAS BIBLIOTECAS
Por Abraham Nissan
Escribir es un placer, es una herramienta que recibimos desde el principio de los tiempos. Dios es un novelista.
El paraiso es una biblioteca, en la que A se sienta a estudiar.
Se concentra en el contenido de los libros que lee.
A estaba sentado frente a un libro, leia con atencion los paisajes de letras, y a menudo cerraba los ojos dejandose llevar por los pasajes y los parrafos.
Todos los dias llegaba a la biblioteca y se sentaba alli por horas.
"No hay mayor placer que los libros" -pensaba.
Un viejo con gafas redondas lo observaba una vez por semana desde el otro lado de la estancia.
En este momento A leia el poema que dedico Walt Whitman a Abraham Lincoln en 1865. El poema fue escrito tras la muerte de Lincoln.
A pensaba que existia una conexion secreta entre la muerte y la luz, y la poesia era una forma de describir esta conexion.
Consecuentemente A paso a hojear el famoso libro de poesia de Whitman: "Hojas de hierba" (Leaves of Grass).
La actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el tiempo, un ser querido, un sentimiento.
La "perdida" en ello consistia la felicidad, el viaje maravilloso al interior del vientre espiritual el cual depara a todo ser humano.
A no desistia de leer, y no se detenia en ningun momento, ni hacia pausas para otras funciones humanas. Leia todo el tiempo.
pensaba que un libro era como una cama para la mente, en donde su mente se podia acostar y recorrer el mundo.
El viejo observaba con atencion. Se acerco con precaucion temeroso a interrumpirlo, pero cuando A levanto la cabeza encontro una luz intima en su mirada.
A saludo correctamente con la cabeza, el viejo le sonrio.
-Todo bien? -pregunto A.
-Esa misma pregunta tenia guardada para ti.
-No comprendo.
-Esta semana es la semana del Libro.
-Sigo sin comprender. Promocionas algun libro?
-No exactamente, sin embargo, si hay algo que promociono.
El viejo sonriendo guardo silencio.
-Y bien, piensas revelarmelo, o esperas que lo adivine.
-Todos los dias te sientas aqui por horas, te he observado, y me surgieron algunas preguntas para ti.
-Me has observado todos los dias?
-Si, me disculpo si es algo indebido, no pude evitarlo.
-Bien, olvidemoslo, cual es tu pregunta?, y que es lo que promocionas?.
El viejo se sobo la barbilla por unos momentos dudando si hablar o callar.
-Y bien?
-Me preguntaba si estarias dispuesto a salir alla afuera?
-Afuera? A donde afuera? Te refieres a la calle? No lo creo, estoy comodo aqui.
-Ese es el punto exactamente- contesto el viejo insistiendo.
-No creo comprender.
A llevaba años asistiendo a la biblioteca como su forma de vida, aunque no era el unico, habia otros jovenes como el.
Por un segundo, como un relampago, cruzo un pensamiento ansioso por su mente que le hizo temblar. Quizas el viejo era un perverso, o quizas le preguntaba si estaba dispuesto a salir al mundo.
-Es obvio que te gusta la biblioteca- insistio indiscretamente el viejo-. Pero... que hay del mundo?.
-No entiendo.- insistio A con su repetido monologo de chico incomprendido.
-No todo se debe de entender.
-Pues no veo el porque, a mi me gusta entender las cosas, soy un investigador, por ello estoy siempre en la biblioteca, me gusta comprender.
-Los libros estan llenos de misterios, dilemas, preguntas, adivinanzas.
-Justamente por ello leo, tras la lectura uno puede saltar a sus propias conclusiones.
-La vida es mas complicada que eso, hijo-
El viejo se levanto, sonrio, y le hizo un ademan con la cabeza.
-Te vas?... No me dijiste que es lo que promocionas.
El viejo se detuvo, penso profundamente, de pronto sintio una profunda pena, el chico era feliz en la biblioteca, alli lo tenia todo.
-Veras, te he estado observando, y se que estas listo.
-Listo? Es una broma?
-No, no lo es. Deberias salir alla afuera, a investigar el mundo, los libros son maravillosos, y en verdad no hay lugar mas placentero que una biblioteca, pero cuando uno esta listo, debe salir alla afuera, salir al mundo, tocar las cosas con los sentidos.
-No lo creo, mis sentidos estan llenos, me basta leer un libro para llenarlos.
A empezo a especular con cierto nerviosismo. Quien seria este viejo? Seria un traficante? Un perverso? Un vendedor que deseaba venderle algo? No se pudo conrtener mas y decidio que la mejor defensa era el ataque.
-Ahora... creo... que me debes una explicacion. Quien eres? Que quieres de mi?
Algunos me llaman el Satan, otros me llaman Dios, me han llamado de miles de formas, en pocas palabras... soy el Editor.
A rio por un momento mordiendose los labios.
-El Editor?
No sabia exactamente lo que eso significaba, pero habia escuchado del Editor, era el responsable porque las nuevas almas escribieran nuevos libros. Se sintio halagado por un momento. El Editor era el Creador, era el escritor por excelencia.
A elevo los ojos. Suspiro moviendo la cabeza lateralmente.
-No estoy seguro, no me siento seguro de acerca de quien soy yo.
El Editor le extendio la mano.
-No, no, no estoy listo, no deberia de ir a ninguna parte, creo que aqui estoy bien.
El Editor siempre se enfrentaba a las mismas emociones contradictorias de las almas listas, nunca deseaban abandonar la biblioteca.
Aflojo la mano y se sento cerca de A.
-Veras, el mundo de alla afuera es un mundo desconocido para ti, pero te resultara agradable, alli conoceras todo lo que hay en los libros, paisajes reales, continentes, paises, culturas, colores, texturas, sabores. Alli realmente sentiras el significado. El verdadero Libro esta alla afuera, aqui unicamente nos preparamos, estamos en una especie de tubo de ensallo, pero tu mundo esta por aparecer, tu mundo sera creado y viviras dentro de el, en pocas palabras, estas apunto de nacer. No temas, alli descubriras cosas maravillosas.
A nervioso miro al suelo, luego miro al viejo sonriente, pero en menos de un segundo salio disparado de su silla y corriendo busco escondite en los pasillos de la Biblioteca.
A no se sentia listo.
-Es hermoso, nunca se sienten listos. Amo a estos hijos de los libros.
Mientras A oculto y tratando de controlar su respiracion se repetia a si mismo.
-No quiero ser real, quiero seguir siendo una letra, no quiero ser real, quiero seguir siendo una letra.
-Lo siento hijo-. Sintio al viejo susurrarle al oido.- Se que es terrible para ti. Vamos a la maquina.
A agachado, temblando en cuclillas trataba de sostener su cabeza, cerraba sus ojos con toda su fuerza exasperado.
El Editor prendio la maquina electrica, alli habia una hoja que no estaba en blanco, sino que estaba llena de parrafos, acerco su dedo a la tecla como si fuera un terremoto, y apreto con fuerza.
A desaparecio. Aparecio en el mundo en forma de bebe.
-Lo siento hijo, el mundo es lo contrario de lo que piensas, pero aun cuando alli te sientas solo, sepas que siempre estare contigo, y estaras acompañado por otros como tu, almas, letras, personas, y te manifestaras a traves de ellos.
Mientras que estuvo en la Biblioteca, A habia leido con deleite espiritual e intelectual miles de libros... era tiempo de sntir.
Al mundo no habia llegado sino a sentir sus carencias. El mundo era un vacio que se llenaba de letras, almas, personas, colores, luces.
Sensaciones.
Confusiones.
Todo el proposito de su vida como ser humano consistia en descubrir el significado del parrafo en el que habia sido escrito, y encontrar a las otras almas, personas ahora, que eran parte de ese parrafo, serian su circulo social, su familia, y los espacios en blanco eran sus temores, sus recuerdos de aquella biblioteca.
La Biblioteca dejo de ser un lugar luminoso, y se convirtio en Oscuridad.
Se Apagan las Luces. El hombre Entra.